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viernes, 2 de abril de 2010

¡POBRE MORATINOS!

Qué injustos son esos que censuran a nuestro canciller por sus visitas a Cuba y sus abrazos a los hermanos Castro. No se dan cuenta de cuánto sufre el pobre hombre cuando se le sale la babita contemplando a Raúl y a veces a Fidel, envidiándolos por haber hecho una Revolución Comunista en la isla caribeña y no haber podido él hacer lo mismo en España, como era y todavía es su sueño. Porque Moratinos, sépanlo sus críticos, sueña con ver a España convertida en la Cuba de Europa, con un gobierno comunista, un solo partido (el suyo, por supuesto), una sola idea, una sola opinión, un solo pensamiento, y sin las molestas descargas de una oposición que sólo sirve para marear la perdiz y obstaculizar la gran obra de los grandes creadores de la historia, como su jefe de filas, al que adora tanto como a los grandes benefactores americanos.

Moratinos lo tiene muy claro: ¿para qué sirven esas gilipolleces de la libertad, de la libre expresión, del periodismo sin censura, de los llamados derechos humanos y toda esa parafernalia de estupideces que no conducen a nada bueno? No, hombre, que en este país lo que hace falta es ponerle freno a tanto libertinaje y a tanto protestón de esos que nunca están conformes con lo que hace el gobierno socialista. A eso ha intentado nuestro ilustre ministro dedicar sus esfuerzos ante la incomprensión de tantos que sólo saben criticarlo y censurar su admiración por los Castros, los Chávez, los Morales, los Ortegas, los Mohameds, los Obiangs, los Ahmadineyabs, y tantos otros próceres y grandes hombres de esta humanidad tan malagradecida e inconforme.

Señores, no hay derecho. ¡A callar! A respetar a tan excelentísimo MINISTRO que tan alto está poniendo el nombre de nuestra patria por los cuatro puntos cardinales, donde algunos lo llaman "el ministro pantalones bajados", otra calumnia injusta de la chusma populachera que no alcanza a comprender su grandeza, sin notar cómo con los dictadores de derecha, los verdaderos dictadores, Moratinos es implacable y no tiene pelos en la lengua para fulminar a cuantos pinochetes quedan por ahí todavía, jodiendo la pava.

¡Loor a Moratinos!, un líder salvador donde los haya. Y a desearle que la suerte acompañe su tenacidad y que España pueda, para su gozo y disfrute, convertirse en la primera dictadura comunista de la Unión Europea, por supuesto con el visto bueno de su jefe ZPerpetuo, que es otro gran hombre al que hay que alzar y adorar en un altar digno de su ejemplar categoría humana.

Augusto Lázaro

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