Powered By Blogger

lunes, 18 de diciembre de 2017

¿AMIGOS? SOLO UNOS POCOS


+

Defender una buena causa es loable. Y tener amigos (¿) que te secunden es estupendo. Pero ¡cuidado! Los falsos amigos, que abundan más que los verdaderos, pueden dejarte solo en el momento en que su presencia te haga más falta. Ser pesimista tiene su encanto: nadie puede traicionarte, porque a nadie le das esa confianza que tan segura te parece en algunos, hasta que el desengaño te convence de que cometiste el error de confiar demasiado en quienes no debiste confiar. Pero lo peor es que cuando llegue ese momento, será ya demasiado tarde. Entonces comprenderás al fin (si todavía no lo has hecho) que estás solo, y solo tendrás que resolver tus problemas y los problemas de los demás que desees resolver…

++

Desconfía de las personas que presumen de tener cientos de amigos: nadie tiene cientos de amigos: los verdaderos amigos (que se prueban en momentos difíciles) no pasan de 4 ó 5. Los demás son conocidos o compañeros de estudio o de trabajo y nada más. Por eso hay refranes que señalan que uno debe cuidarse de los llamados amigos, pues los enemigos ya se conocen y por muchos intentos que hagan por no parecerlo, siempre serán enemigos. Las grandes traiciones sólo pueden llegarte de las personas que tratas, a veces como amigos, ningún enemigo puede traicionarte, pues como enemigo al fin tú lo conoces bien y no puede hacerte ninguna trastada. Pero ojo con los amigos, que no todos son verdaderos. No reconocer este aserto ha costado más de una traición, incluso más de una vida, porque confiar es bueno, pero tiene sus límites, y cuando esos límites se pasan y se toleran, aparece lo que después nos miramos al espejo y nos decimos “¡qué tonto he sido!”, “¿cómo pude confiar hasta ese límite?” Pero ya es demasiado tarde: el puñal trapero ha penetrado en tu carne (simbólicamente) y saldrá de ella ensangrentado, dejándote roturas irreparables…

+++

Tengo la suerte de no necesitar de nadie (casi) nunca. Pero las veces que he necesitado de alguien, quien me ha brindado su ayuda es… (oigan este soneto de autor ignorado):

Escucha, Fabio, tu mejor amigo / es aquel a quien nunca protegiste. / Si a un amigo favores mil hiciste / y uno dejas de hacerle, es tu enemigo. / Brinda al extraño protección y abrigo / y no te pese, que si bueno fuiste / quién sabe si otro pobre a quien no diste / su pan alguna vez parta contigo. / El extraño te pide, y agradece / lo que tu mano en su dolor le ofrece / porque nada con ello le has pagado. / En cambio, del amigo que más quieras / tonto serás si gratitud esperas. / ¿Le hiciste un bien? ¡Estabas obligado!...

Augusto Lázaro

@lazarocasas38


No hay comentarios: