la odiosa publicidad...
Imposible escaparse de ella en ordenadores y móviles. Pero
lo peor es la falta de respeto que los publicistas tienen con el usuario: sin
contar con él (con lo que está viendo) ni pedirle permiso, insertan parte de
una página o la página completa, con anuncios que no interesan a nadie ni el
usuario ha pedido, impidiéndole continuar con su trabajo y desconcentrándolo
del mismo. Y hay algunas notificaciones, sobre todo las que se refieren a las
odiosas cookies, que no puedes quitarlas si no pinchas ACEPTO u OK o DE
ACUERDO, etc. O sea, te las tienes que disparar contra tu voluntad. Al menos yo
he logrado definirme en esas cuestiones, y cada día uso menos Internet en el
ordenador y en el móvil, hasta que me decida a darme de baja en uno de ellos o
en ambos, ya que no me dan nada que no pueda obtener por otras vías como las
bibliotecas públicas o los medios de información, donde también hay anuncios,
pero no metidos dentro del texto que tú quieres leer en ese momento, o sea, que
puedes NO LEERLOS si no te interesan. Los comerciantes y los autores de esas
intromisiones no se dan cuenta de que con esa saturación publicitaria pierden
usuarios, a no ser que los usuarios que van quedando sean (con perdón para esa
fauna) más burros que ese animalito tan útil a los seres humanos agradecidos de
sus servicios... Y no quiero hablar de los anuncios en la TV, porque eso ya
pasa de castaño oscuro. No vale el zapping, pues los canales se ponen de
acuerdo para emitirlos al mismo tiempo. O sea, su lema es ¡joder al
televidente! Si no quieres anuncios, ahí te va este bloque, gilipollas, sólo
dura 15 minutos. ¿La ley sobre el asunto? Pero hombre, en este país, ¿quién
respeta las leyes? ¿O no te has dado cuenta todavía?
la amenaza islamista...
No recuerdo si oí o leí que algún comentarista de cierto
renombre había declarado que según su estadística (no aclaró si suya propia o
sacada de los cables que circulan en Internet), de los últimos 30 grandes
atentados ocurridos en todo el planeta, 29 habían sido ejecutados por
musulmanes. De ser esto cierto, y yo creo que lo es, al menos si no 29 sí una
cifra muy cercana, son atentados terroristas de cuño yihadista. Sólo un idiota
o un inicuo sería capaz de negarlo. El comunismo y el nazismo fueron las dos
grandes amenazas del siglo pasado, pero actualmente, ni Julio Anguita tiene
esperanzas de su resurgimiento (el comunismo) ni Le Pen (el fascismo). Ambos
sistemas han pasado al triste recuerdo de una época que, aunque todavía algunos
tontos sueñan con su vuelta, jamás volverá a convertirse en amenaza para el
mundo. Si Kim Jong-un piensa que ladrando como un perro rabioso con sus misiles
nucleares, olvidando o quizás desconociendo lo que sucedió en agosto de 1945
(que podría pasarle a su país también, y ojalá que no), va a amedrentar a
alguien, sólo demuestra con eso que no es más que un sesohueco sin miras
lejanas y tampoco conoce el refrán que dice que “perro que ladra, no muerde”.
No. La amenaza de este siglo que comienza es el yihadismo, con la diferencia de
que es un enemigo casi invisible que cuenta con imbéciles dispuestos a morir
por seguir los dictados de una doctrina que también pasará a la historia como
un mal liquidado dentro de un tiempo, cuando la recordemos como ahora
recordamos lo que representó el comunismo y el nazismo para la humanidad que
–también- logró vencerlos. Porque la libertad es lo único que no podrá ser
destruida por ninguna doctrina, por muy poderosa que nos parezca HOY...
en fin, el verbo más utilizado...
Claro, la espera. A veces corta y a veces larga, Esperar es
lo único que puede hacer la mayoría de la humanidad, porque la mayoría de la
humanidad no tiene el poder disponible como los jerarcas que nos gobiernan,
aunque no nos gusten muchos de ellos, y que seguirán gobernándonos, y ¡cuidado!,
pues quizás los que vengan serán mucho peores que los que padecemos
actualmente...
Augusto Lázaro
www.facebook.com/augusto.delatorrecasas
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