1
Todo parece indicar que la maldad está ganando cada vez más
posiciones y que los malos están desplazando a los buenos como modelo a seguir
en los medios de difusión masiva. Sólo
dos ejemplos: la ONU ha admitido a Cuba en la Comisión de Derechos Humanos de
ese organismo universal, y la CELAC ha nombrado presidente al dictador Raúl
Castro, y se reunió en La Habana, a donde asistieron muchos gobernantes
latinoamericanos a rendirle pleitesía al hombre fuerte que al parecer los
aterroriza con su poder de largo alcance. Que sin dudas lo tiene. Y lo ejerce.
2
La Unión Europea traza sin contemplaciones la ruta a seguir
por sus miembros, y este continente en su casi totalidad está gobernado por una
persona: la canciller alemana, Angela Merkel, la segunda dama de hierro de
Europa (la primera fue Margaret Thatcher) que controla, dirige y manda en todos
los países, porque Alemania es la primera potencia económica de la UE y la
cuarta en todo el mundo (EEUU – China – Japón – Alemania – Francia – UK, etc.)
y si se desentiende del resto del continente, adiós Unión Europea, el
desbarajuste total de sus 28 miembros, sin otra solución posible. Y para colmo,
también la UE se congracia con regímenes totalitarios que no respetan los
derechos humanos ni permiten libertades a sus pueblos, y con el apoyo que
reciben de la UE proclaman que así como están están de maravillas.
3
O sea, que no estaba lejos aquel que proclamó que “poderoso
caballero don dinero”. También Martí tenía clara conciencia del valor
(inevitable, por desgracia) del dinero cuando dijo: “país que compra manda,
país que vende obedece”. Pero no parece que la humanidad se haya vuelto peor de
lo que siempre fue. Si atendemos a la letra del tango CAMBALACHE, de Santos
Discépolo, veremos que -lamentable pero cierto- esta humanidad que muchos creen
que actualmente es la peor de toda nuestra historia, siempre ha sido más o
menos igual. Dediquemos unos minutos a leer la letra de ese tango (quizás
muchos recuerden la música), que a veces en la literatura (y el tango lo es a
menudo) está reflejada la real y eterna característica de los seres humanos...
Cambalache
autor: J Santos Discépolo
Que el mundo fue y será una porquería, ya lo sé.
En el quinientos seis y en el dos mil, también.
Que siempre ha habido chorros, maquiavelos y
estafaos,
contentos y amargaos, barones y dublés.
Pero que el siglo veinte es un despliegue
de maldá insolente, ya no hay quien lo niegue.
Vivimos revolcaos en un merengue y en el mismo lodo
todos manoseaos.
Hoy resulta que es lo mismo ser derecho que
traidor,
ignorante, sabio o chorro, generoso, estafador...
Todo es igual! Nada es mejor!
Lo mismo un burro que un gran profesor.
No hay aplazaos ni escalafón,
los inmorales nos han igualao.
Si uno vive en la impostura
y otro roba en su ambición,
da lo mismo que sea cura,
colchonero, Rey de Bastos,
caradura o polizón.
Qué falta de respeto, qué atropello a la razón!
Cualquiera es un señor, cualquiera es un ladrón...
Mezclao con Stravinsky va Don Bosco y La Mignon,
Don Chicho y Napoleón, Carnera y San Martín...
Igual que en la vidriera irrespetuosa
de los cambalaches se ha mezclao la vida,
y herida por un sable sin remache
ves llorar la Biblia junto a un calefín.
Siglo veinte, cambalache problemático y febril...
El que no llora no mama y el que no afana es un
gil.
Dale, nomás...! Dale, que va...!
Que allá en el Horno nos vamo a encontrar...!
No pienses más; sentate a un lao,
que a nadie importa si naciste honrao...
Es lo mismo el que labura
noche y día como un buey,
que el que vive de los otros,
que el que mata, que el que cura,
o está fuera de la ley...
pd: he respetado la ortografía y el lenguaje populachero
del autor para que se conozca en su expresión auténtica lo que nos quería decir
cuando compuso esta pieza.
Augusto Lázaro
@augustodelatorr
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