La primera vez aceptó a Campo Vidal como moderador, sabiendo
que el señor Vidal es un enemigo oculto que siempre haría todo lo que pudiera
por que él perdiera el debate. Y así lo hizo. No obstante, la segunda vez, con
Pedro Sánchez, también se dejó “meter” a Campo Vidal como moderador (que en
lugar de moderar permitió lo indecible, hasta que lo llamaran indecente sin
hacer nada por evitarlo, ni siquiera reprender al contrincante). Vaya, que un
perro no se hubiera dado el golpe con la misma piedra más de una vez. Sin
embargo, el señor tranquilo se lo dio. Y no dudo que, de haber otro debate,
volvería a aceptar como moderador al señor Campo Vidal...
“pero el cadáver, ¡ay!, siguió muriendo”
Perdió las elecciones europeas, perdió las elecciones
autonómicas, perdió las elecciones municipales, perdió las elecciones generales
del 20D, a pesar de obtener más votos que los demás, pero tras haber perdido
todas sus mayorías absolutas en todo el país, y de los 186 escaños que tenía se
quedó con sólo 123...
“pero el cadáver, ¡ay!, siguió muriendo”
No se ocupó de parar en firme la avalancha de múltiples
casos de corrupción, que dejaron a sus votantes enfadados y quizás con deseos de no volver a votar a su
partido, de ahí el enorme bajón que ha dado, corriendo el peligro de que, de
haber unas nuevas elecciones, pase a ocupar el segundo o tal vez el tercer
lugar en votación, lo que sería el preámbulo de un camino irreversible hacia la
nada...
“pero el cadáver, ¡ay!, siguió muriendo”...
Cometió un error gravísimo al darle, con su apoyo
partidista, la oportunidad al señor Patxi López (del PSOE) de ser el
Lehendakari del País Vasco en unas elecciones en que de no ser por el apoyo de
su partido, el señor López no hubiera podido pasarse 4 años poniéndole trancas
y frenos a cada iniciativa, y procurando estar siempre en contra de las ideas
que salían de la agrupación que le servía de sostén en su cargo. Pero otra vez
volvió a golpearse con la misma piedra, al permitir que (caso único en la
historia de la democracia española) el mismo señor López (reconocido anti-PP)
ocupara el cargo nada menos que de Presidente del Congreso de los Diputados, el
tercer poder de la nación, cuando esa posición siempre estuvo en manos del
partido más votado en las elecciones...
“pero el cadáver, ¡ay!, siguió muriendo”...
Con la excusa (quizás obligado por las circunstancias, por
las órdenes de la maltrecha Unión Europea, y con el fin –esta vez con toda su
razón- de evitar el rescate de España al igual que había sucedido con Grecia y
Portugal con los resultados conocidos) de que para afrontar la crisis y lograr
la menos efectiva repercusión en el pueblo español, tuvo que hacerlo, se lanzó
a la desagradable y durísima tarea de recortar beneficios y posibilidades que
debilitaron el respaldo del pueblo a su gestión, e hicieron que bajara de forma
alarmante su caudal de escaños con mayoría absoluta, a los raquíticos 123 con
que puede contar actualmente...
“pero el cadáver, ¡ay!, siguió muriendo”...
Y a pesar de que, dentro de su propio partido, hay voces que
claman por un cambio, él persiste, con una tozudez digna de mejores empeños, en
seguir “muriendo”, sin dejarle el testigo a otro candidato que quizás lograría
sortear la debacle que todos esperan, con .la increíble aprobación de sus
co-líderes más destacados que continúan pensando (o haciendo que piensan) que
nadie como él puede salvar el partido. Quizás yo me equivoque y los “barones”
del PP sepan lo que hacen, y quizás este partido, el principal de España hoy,
pueda volver a llevarnos a los años donde todavía gozábamos del estado de
bienestar que hemos ido perdiendo con la espantosa cifra de más de 4 millones
de desempleados que parece que no hay dios que pueda superar. Habrá que esperar
a ver qué nos deparan las próximas semanas, pero pase lo que pase, la historia
está hecha y algún día habrá que buscar la culpa a la que hoy casi todos le
zafan el cuerpo...
Augusto Lázaro
pd: los versos entrecomillados pertenecen al poema MASA
de César Vallejo
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